Al canal pionero en el mundo streaming se le sumó Barbarie. En esta primera nota, nos sentamos al lado del fueguito para ver qué buscan las chicas y los chicos que se animaron a innovar en el mundo de los medios de comunicación de Villa María
El mundo del streaming llegó a Villa María y lo hizo con todo, sumando cada vez más propuestas.
A Fogón, el precursor, le sigue ahora Barbarie.
Programas de streaming (transmisión de contenido multimedia a través de internet, en tiempo real) ya existían en la ciudad, pero hasta hace poco tiempo no había canales.
Fogón picó en punta. Allí es “donde las charlas arden y las ideas se encuentran”, y se trata de un espacio de encuentro donde intercambian reflexiones, risas y mambos.
Días atrás la oferta se robusteció con la irrupción de Barbarie. “Cuando el fuego crezca”, dice en su cuenta de Instagram esta nueva comunidad de creadores de contenidos digitales.
En esta primera de dos entregas, vamos a sumarnos al fogón.
Primeras chispas
El primer canal surgió el año pasado con “Quien diría?”, hoy uno de los programas insignia de Fogón. Fue una especie de iniciativa a prueba y error para ver cómo funcionaba desde lo técnico, desde el vivo, de cómo hablar, y de cómo fluían quienes lo conducen.
Cuentan que al principio se concretó en un formato más desordenado, hasta que fueron encontrándole la vuelta.
Después vino la adquisición de elementos y la salida desde una radio de un centro vecinal, con los equipos de la misma, mientras el grupo daba su aporte desde lo audiovisual. Ya munidos de más equipos, empezaron a transmitir desde el living de la casa de Marina Domínguez, una de las impulsoras del canal.
En diciembre hicieron un parate. La vuelta tiempo después estuvo impulsada por el contexto nacional, el de la irrupción en el poder de Javier Milei y todo lo que eso englobó.
Más allá del resultado electoral nacional del 2023, el equipo tomó nota de que buena parte de la sociedad estaba discutiendo de una manera más abrupta, sin tanta reflexión de por medio.
Y allí fue que ellas y ellos buscaron construir un lugar en donde se invitara a la gente a hablar, a intercambiar posturas, a permitirse el intercambio desde el pensar distinto.
Y nació Fogón, concepto que transparenta lo buscado: charlas, risas, emociones, guitarra, todo lo que se da tradicionalmente en un fogón.
Marina contó a Fibra que en ese momento empezaron a pensar en más personas y en más equipos, y vieron que estudiantes de la Universidad Nacional de Villa María podían tener la posibilidad de explorar y descubrir caminos en sus profesiones.
El canal cuenta actualmente con cuatro programas. “Quién diría?” va los lunes de 10 a 12, y es llevado adelante por Hugo Viale, Nelson Mamondez, Elías Guizzo y la propia Marina.
Los miércoles de 15 a 17 sale Denserio, con Juan Pablo Amante, Santiago Fiuri, Pili y el Chumy (Ramiro Chanquía).
Despistados tiene en su mesa a Brunella Grippaldi, Axel Allende y Facundo Gómez.
Y ahora, en las últimas horas, acaban de incorporar a Poco se habla (los miércoles de 18 a 20), con Gaspar Bertone, Jesús Rodríguez, Nicolás Ruggiero, Nahuel Vuerva y Agu Torres.
Denserio surgió de pensar en lo cultural, con cuatro personalidades del sector que desde muy diferentes maneras apuestan, promueven y hacen viva a la cultura de un pueblo.
Con Despistados se buscó traer a la mesa temas que parecían saldados en la opinión pública pero que no resultó tan así (a juzgar por el momento de época que atravesamos).
En ese ciclo hablan de temas generales de la sociedad pero con la particularidad de que también lo abordan en muchos casos desde las vivencias de la comunidad LGBTQ+.
Y en el nuevo programa, hay cinco amigos que “tienen mucho para decir de aquello que Poco se habla”, tal el nombre de la propuesta.
Charlando con Fibra, Marina Domínguez contó que piensan a Fogón de una manera mucho más amplia de lo que ya se ve. “Pretende ser un espacio que trate de generar instancias de charlas, debates, de reflexión”, teniendo presente que todo lo que creemos obvio “es necesario volver a discutirlo” y lo que no se discutió, que se discuta, siempre desde el paradigma de charlas con libertad y respeto.
“Nos imaginamos un fueguito constante y nosotros alrededor”, expresó.
Por eso, lo que se vio hasta hoy “es un punto de partida, pero no es el fin último”.
El fuego está encendido, y por lo que ve, muchas personas se están sentando a su alrededor.
Texto: Diego Bengoa, Fibra
Fotos: Gentileza de Fogón para Fibra.