La explicación del médico Manuel Sans Segarra sobre ego y supraconciencia, y la importancia de meditar
"Estructuralmente, el ser humano posee una conciencia que viene acompañada de una identidad. Sin embargo, esta no es nuestra identidad auténtica; es lo que yo llamo el "no yo", que corresponde al ego. Este ego es la conciencia material que se origina en el cerebro", especifica el médico Manuel Sans Segarra.
Por otro lado, "tenemos nuestra verdadera identidad, que es eterna: nuestro espíritu o supraconciencia".
"Esta supraconciencia es holística en relación con la conciencia", subraya.
Dice que "es evidente que el ego tiene poderosas herramientas para ocultar o impedir que la supraconciencia se manifieste".
Advierte que "en ciertos momentos de la vida, el ego tiende a imponerse sobre la supraconciencia, lo que puede generar cierto descontrol en nuestras acciones y emociones".
Por eso, es que remarca que es un gran defensor de la meditación.
¿Por qué? "Una de las principales finalidades de la meditación es precisamente lograr un control exhaustivo sobre las respuestas emocionales del ser humano". "Esto nos permite mantener la supraconciencia presente, de modo que, aunque nunca podamos eliminar nuestra dimensión humana, esta se mantenga bajo control gracias a nuestra conexión con lo superior", explica el doctor.
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