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Entrenar a partir de tu cuerpo: gratis, con amigos y al aire libre

Hablamos con chicos que hacen calistenia en el Polideportivo de Villa María. Entrenar "en comunidad", algo valioso que rescataron los entrevistados

Es al aire libre, se entrena con el propio cuerpo, se arman grupos de amigos y además, no tiene costo alguno.

 

Esas son algunas de las bondades de la calistenia.

 

En el Polideportivo Guillermo Evans de la costanera, es común ver a muchos chicos trepados a las barras, subiendo su cuerpo a partir de brazos o piernas. Pasan horas en el lugar entrenándose.

 

Santiago Medina (19) es de Carlos Paz y viene a Villa María a visitar a su familia, especialmente a su papá. 

 

Trabaja como editor de fotos en un local de ropa de montaña, y por gusto personal, por hobbie y por salud, hace calistenia. A veces lo complementa con correr y caminatas. 

 

“Pensaba que todo se trataba de dominadas, nomás, hasta que un entrenador en el gimnasio me dijo de hacer esto. Me gustó mucho más que levantar pesas”, contó Santiago a Fibra. Hacer amigos en el lugar de entrenamiento, lo entusiasmó aún más. “Me gustó mucho, me sentí incluido”.

 

“Es como el arte de llevar al límite tu cuerpo, desde el punto de vista de sus capacidades, no de sus limitaciones. En el gimnasio da satisfacción levantar peso, pero veo a las mancuernas todas iguales, solo difiere el tamaño. En cambio, en la calistenia uno puede aguantar una vertical más segundos, o ves progresiones más pesadas. Además, la comunidad es diferente”, describió.

 

Santiago entrena desde hace un año y medio, y en los últimos tiempos ha ido subiendo la intensidad. “Aprendí sobre la capacidad del cuerpo, que puede hacer más cosas de lo que uno piensa”, resaltó. También habló de “lo frágil que puede ser el cuerpo, porque a veces uno no da la importancia que tienen las articulaciones y termina todo en lesiones”. Recalcó “la importancia de entrenar desde chico”.

 

“Esto es por uno mismo. Veo gente de todas las edades, y cuando uno viene y da el 100%, toda la comunidad te acepta”, valoró. “Haces nuevos amigos, es lindo”.

 

Consideró que “sólo se trata de empezar, luego en el camino vas corrigiendo”. Contó que al comienzo no calentaba previo a entrenar, pero ahora sí. “Nunca es tarde para empezar”, agregó.

 

Para él, “es un puntaso” el hecho de que se entrene en grupos, lo que genera nuevas amistades. “En Carlos Paz, hay buenas barras pero el lugar está vacío. No hay comunidad. Acá sí”, ponderó.

 

También hablamos con Marcelo Gómez (33), quien es de Tío Pujio y actualmente vive en Villa María. Llega al Poli entre 2 y 4 veces por semana. 

 

“Lo bueno es que estás al aire libre. Te da mucho más fuerza que entrenar en un gimnasio. También te da más resistencia”, destacó. Como Santiago antes, valoró que se entrene en grupo, formado espontáneamente. “Cuando uno hace algo mal, los demás te lo explican. Lo que no sabes lo aprendes acá”, contó.

 

También ponderó que sea sin costo, algo gratuito, al alcance de todos.

 

Mirá el álbum de fotos en nuestra cuenta de Instagram (fibra_ arg). Además, mañana compartiremos unos videos.

 

Diego Bengoa, Fibra

 

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