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El exceso de sargazo, un problema ambiental y turístico en crecimiento

Playa de Xcalacoco, en Playa del Carmen, por Gladys Serrano (El País de España)

En los últimos años, el exceso de sargazo se ha convertido en un problema ambiental y turístico en distintas partes del mundo.

 

El sargazo es un tipo de alga marina parda que flota en el océano, especialmente en el Atlántico y el Caribe. Se trata de un alga del género Sargassum, que crece en grandes acumulaciones y forma extensas manchas en el agua.

 

Llega en grandes cantidades a las playas del Caribe, afectando el ecosistema marino, la pesca y la industria turística. 

 

Mencionan que su proliferación descontrolada se debe en gran parte al cambio climático, la contaminación y el aumento de nutrientes en el mar, como nitrógeno y fósforo provenientes de actividades humanas.

 

En su hábitat natural es beneficioso porque sirve de refugio para muchas especies marinas, pero cuando se acumula en exceso en las costas, se descompone y libera gases como sulfuro de hidrógeno, generando mal olor y afectando la calidad del agua.

 

Cantidades modestas benefician la vida marina, pero las afluencias masivas alteraron el equilibrio ecológico en maneras que podrían ser irreversibles. Vienen afectando desde las costas de África occidental hasta América.

 

“Cuando llega a la costa en cantidades masivas, a menudo asfixia a ciertos organismos”, ha expresado James Foley, director de Océanos de The Nature Conservancy, el año pasado. Como también ha atraído mucha basura marina, termina generando un ambiente bastante tóxico.

 

Foley ha advertido que el sargazo crea una barrera que bloquea la luz y evita que los organismos que se encuentran debajo realicen la fotosíntesis. 

 

Las bacterias transportadas por el sargazo también pueden estar afectando a los corales y generando mortalidad de los peces.

 

El coral es uno de los animales más afectados por el sargazo.

 

 

Una afluencia masiva de sargazo que inundó las costas del Caribe mexicano en 2018, derivó en la muerte de organismos de 78 especies de vida silvestre. Los más afectados fueron los peces demersales y neríticos que viven en el fondo del mar, y los crustáceos.

 

Otros científicos también han advertido por su impacto en los nidos de tortugas.

 

Atacar el sargazo es costoso, y por ahora no se tiene bien en claro una manera eficaz de hacerlo.