La rompió: "El entrenamiento es mi terapia"

Viene de obtener cinco medallas como atleta bikini en Medal Of Honor 2024, de NPC. Salió primera en una de las categorías, en tres salió segunda, y en otra salió tercera.

Es un gran momento en lo profesional, como deportista, y también en lo personal. Quizás por esto último, es que, pasada la mitad de la charla con Fibra, Natalia se emocionó hasta soltar unas lágrimas de alegría por lo conseguido.
"Mis padres me apoyaron mucho", contó Natalia Giménez (43), apenas comenzada la entrevista, al recordar los años en la anorexia. "Estuve en tratamiento con médicos y en un grupo de autoayuda. Llegué a pesar 34 kilos. Con el apoyo de Fede (Morán, su esposo), de mi familia, logré salir adelante y me dediqué al gimnasio y al cuidado personal", resumió.

"Lo que más rescato de la enfermedad es la constancia y la valentía que me dejó para manejar la cabeza sobre lo que como, cómo debo comer, y ser estricta con eso. Así fue como comencé con el gimnasio, también hice atletismo y corrí en varios maratones, pero después me enfoqué exclusivamente en la musculación", relató. 

El año pasado, decidió junto con su entrenadora preparar su cuerpo como si fuera a competir, algo que en ese momento no estaba en sus planes. Hablando con ella, decidió enfocarse en el bikini fitness, dejando de lado el correr para concentrarse en la musculación.

"Mientras mi cuerpo y mi cabeza me lo permitan, quiero seguir compitiendo", adelantó.

Se levanta a las cinco de la mañana y hace ejercicios hipopresivos, que trabajan la parte abdominal y que tienen buenos beneficios pélvicos. Luego, sigue con su rutina de trabajo, llevando consigo todas las comidas: desayuno, colación, almuerzo. Después del laburo, va al gimnasio, donde entrena por una hora y media, o más. Le sigue una hora de cardio caminando.

Durante la etapa de preparación para el torneo, vivió con una dieta muy estricta. "No puedo comer nada dulce ni carbohidratos. Mi dieta se basa en discos de arroz, pollo, verduras verdes, un poco de avena, huevo, carne. Antes, en la etapa de volumen, comía más arroz, frutas y frutos secos, pero ahora estamos en una etapa de déficit, enfocada en la definición", precisó.
 Entrena cinco días a la semana. Lunes, miércoles y viernes trabaja la parte inferior del cuerpo: glúteos, piernas. Martes y jueves entrena la parte superior: hombros, espalda, brazos.

"Esto es una parte importante de mi vida. El entrenamiento me ayudó mucho a superar mi enfermedad, es mi terapia. Disfruto cada momento en el gimnasio y hago lo posible para no perderme ningún entrenamiento", confió.

 

 

- ¿Qué ventajas o desventajas tienen las mujeres respecto a los hombres en este entrenamiento?

- Los hombres, al tener testosterona, forman músculo más fácilmente que las mujeres. A medida que las mujeres envejecen, es más difícil formar músculo debido a cambios hormonales, como la menopausia. Pero, como me dijo mi ginecóloga, mientras siga entrenando, no perderé músculo tan fácilmente.

- ¿Qué encontraste en esto que te ayudó tanto?

- Para mí, el ejercicio es una terapia, no solo para la competencia, sino para la salud en general. Siempre digo que la actividad física es esencial para la salud mental y física, sea bailar, sea caminar. 
Hoy me emociono viendo las fotos. Tanto que me costó salir, tanto que la luché...

Aún no caigo. Lloro cuando veo las imágenes del torneo, sigo sin caer. 
Me gustaría ayudar a otras chicas a entender que se puede salir adelante, que comer sano no es solo comer lechuga o dejar de comer para tener un buen cuerpo. Ahora estoy haciendo un curso para ser entrenadora personal matriculada, porque amo el deporte y quiero ayudar a más personas a disfrutarlo.

 

Sobre el final de la nota con Nati, llamó a todos a luchar por los sueños. "Se pueden lograr con sacrificio, voluntad y constancia. Nunca pensé que podría llegar hasta aquí, pero lo logré, y cualquiera puede hacerlo si se lo propone", aseguró la atleta, quien dejó atrás algo que la atormentó, y hoy brilla en una de sus pasiones, el deporte, acompañada de su familia y sus afectos.

 

Diego Bengoa, Fibra

 

 

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