Contacto comercial: 353 418-2230

"Todos podemos modificar nuestra autoestima"

Ana Ibañez, entrenadora cerebral, destacó que la autoestima puede programarse y reprogramarse. Explicó cómo se forma, y qué podemos hacer para modificarla

A la autoestima la podemos modificar, dijo Ana Ibáñez, experta en neurociencia y entrenadora cerebral.

La autoestima se programa y se reprograma, destacó. "La autoestima es algo cambiante, es algo variable y es algo que todos nosotros podemos modificar. Nuestro cerebro tiene esta habilidad", señaló quien desde hace 15 años se dedica a la neurociencia aplicada, ayudando a entrenar el cerebro para mejorar su rendimiento, combatir el estrés y afrontar los cambios de mejor manera.

 

Ana es ingeniera superior química, fue nadadora de alto rendimiento y piloto de helicóptero.
En una exposición de Aprendemos juntos, de BBVA, tocó diversos temas y respondió preguntas del público. Para esta nota, en Fibra elegimos compartir el tópico de la autoestima, que la científica abordó en ese encuentro.


"La autoestima determina lo queribles que nos sentimos para cubrir dos grandes necesidades humanas, que son sentirnos queridos para que nos cuiden, -que es clave para nuestra supervivencia desde que nacemos - y que nos acepten en un grupo. Nuestro cerebro, en su afán y su objetivo de nuestra supervivencia, de protegernos, está formateado desde el momento en el que nacemos para estar muy pendiente de eso, de si nos quieren y de si nos aceptan. Y con eso determina cómo de queribles somos y cómo es nuestra autoestima", precisó.


¿Qué sucede en nuestros primeros años? Lo primero que incorpora el cerebro "es, por comparación a los demás, cómo nos vemos". "Establece cómo de queribles somos por otros. Nuestro cerebro está buscando todo el tiempo una seguridad de que aquello que somos es algo que los demás ven y que nos van a querer por ello y seguimos participando en este grupo. Eso viene desde el subconsciente. Seguimos creciendo y entra la siguiente parte de la autoestima, que es cómo nos queremos nosotros, cómo de queribles somos ante nuestros ojos", explicó.

 

Por eso, la neurocientífica destacó que "es en esa reprogramación de la autoestima donde nosotros podemos meter la información cerebral de que ya no solo eres querible porque eras todas estas cosas, sino que eres querible por el simple hecho de ser, por el simple hecho de tener aquellas cosas dentro de ti que son talentos". 

 

 

Explicó que "si somos capaces de traer de nuestra memoria cerebral situaciones de orgullo, donde nosotros nos hemos sentido bien con nosotros mismos, nuestra autoestima ya sube, porque independientemente de lo que escuches, tú vas a tener la certeza de que tú puedes estar orgulloso de ti mismo y tu cerebro va a ir alimentándote esos pensamientos".

 

"Cuando eso te cuesta, es muy bueno meter el factor externo, lo que otros están viendo de ti, que quizás es opaco para ti, o quizás está oculto a tus ojos. Porque muchas veces lo que nosotros somos está oculto a nosotros mismos y es una persona que tienes al lado la que te lo puede decir", analizó.

 

Indicó que "la autoestima es viva, sube, baja, pero lo importante es que nosotros nos quedemos seguros y muy próximos a aquellas herramientas que nos hacen vernos en la profundidad de quiénes somos". Así, "estaremos haciendo que ese ser querible por los demás y por nosotros mismos sea de una manera sana, sea de una manera real y nuestro cerebro se reprograme con ello".

 

Texto de Fibra en base al encuentro de BBVA.

Las fotos son del Instagram de Ana.

 

 

Otros contenidos